Ya has pasado por muchas fases, ya queda menos para el gran día. Pero aún, hay algún que otro “pequeño detalle” sin resolver; sí entrecomillas, ya lo entenderás cuando sientas en tu propia carne lo costoso que es conseguirlo.
Ha llegado el momento de elegir qué regalarás el día de tu boda, de pasar largas horas ojeando revistas de regalos para intentar contentar a todo el mundo. Entonces empiezas a pensar en esas épocas de “limpieza general” en casa de tus padres, cuando tu madre te mandaba recoger y limpiar armarios, trasteros, cajones… ¿Las recuerdas?